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Por Gabriel Sosa Plata
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) informó que entre el 18 de julio y el 8 de agosto abrirá un periodo de consulta para modificar la política de Televisión Digital Terrestre (TDT). Será la sexta ocasión que esta política cambia. ¿Qué significa esto? ¿nos afecta esta decisión? Le comparto las siguientes consideraciones:
1. La fecha prevista para el apagón analógico de la televisión continúa siendo el 31 de diciembre de 2015, tal como lo establece la Constitución.
2. Para llevar a cabo el apagón analógico de la televisión tienen que ocurrir dos cosas:
A) Que las estaciones de televisión transmitan con tecnología digital. Sobre este punto, la política de TDT propuesta establece que los concesionarios están obligados a realizar las inversiones y tener las instalaciones necesarias para transitar a la televisión digital antes de la fecha prevista para el apagón analógico. También la nueva política busca incrementar la cobertura de TDT en poblaciones marginadas y rurales, así como en zonas de difícil recepción a través de equipos complementarios, terrestres y por satélite.
B) Que en la mayoría de los hogares existan televisores digitales, decodificadores o se haya contratado algún sistema de televisión de paga.
3. Al respecto, la política vigente establece que al menos un 90 por ciento de los hogares cuenten con alguno de dichos equipos o con servicio contratado de televisión de paga para poder llevar a cabo el apagón analógico.
El problema es que hasta el 2013 sólo casi 26 por ciento de los hogares en el país contaban con televisores digitales (claro que en algunas ciudades, como el Distrito Federal, este porcentaje es mayor y en otros menor), por lo que el equipamiento se ha convertido en un objetivo fundamental para poder realizar el apagón analógico.
4. Antes de la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones, el equipamiento y calendarios para el apagón analógico eran responsabilidad de la extinta Comisión Federal Telecomunicaciones (Cofetel), ahora IFT. Fue la Cofetel la que incluso realizó bajo una intensa polémica el apagón analógico en Tijuana, en julio de 2013.
5. La reforma constitucional estableció que ahora corresponde a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), y ya no al IFT, elaborar un programa de trabajo para equipar a los hogares. Extrañamente, la SCT se fue «por la libre» y decidió entregar televisores, a un costo muy elevado, en ciudades que originalmente no estaban consideradas en la política del IFT y esto generó un desorden, una falta de coordinación entre la SCT y el órgano regulador de las telecomunicaciones, que ahora se busca resolver con esta consulta a la que convoca el IFT para redefinir la política.
6. La SCT -nadie más- tiene la responsabilidad de equipar los hogares, en este caso de escasos recursos. Hasta el 8 de julio había entregado 79 mil 713 televisores de 107 mil que entregarán en 17 localidades del norte del país. Pero la meta es enorme: 13.6 millones de televisores en igual número de hogares en todo el país, durante lo que resta del 2014 y en el 2015.
7. Por motivos poco claros, la SCT decidió que única y exclusivamente los beneficiarios de programas sociales de la Sedesol recibirán los televisores. Esto significa que la entrega no será universal en los hogares de escasos recursos.
8. Al definirse el criterio anterior, la política de TDT tiene que cambiar, ya que el apagón analógico se hará al alcanzarse el objetivo de equipar al 90 por ciento de los hogares beneficiarios de los apoyos de la Sedesol y ya no en cuanto dicho porcentaje se haya logrado en todos los hogares, independientemente de su condición económica. Seguramente este será un tema que generará observaciones durante la consulta.
7. Para el 26 de noviembre de este año, se preveía hacer el apagón analógico en las ciudades de Monterrey, Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo y Ciudad Juárez. Por supuesto esto no se cumplirá porque es casi imposible licitar, comprar y entregar en menos de cuatro meses millones de televisores, además de que, como ya se dijo, la SCT se propone distribuir equipos en ciudades no consideradas en la política elaborada por el órgano regulador. Asimismo, el gobierno no cuenta este año con los recursos necesarios para ese propósito.
Por eso es que la nueva política deja más abierto el proceso del apagón analógico: con base en los datos de equipamiento en hogares y de las televisoras que ya transmiten con tecnología digital, el IFT podrá determinar fecha y hora del cese de transmisiones analógicas en las ciudades que correspondan.
8. Una novedad de la política es que los concesionarios y el IFT estarán obligados a proporcionar diariamente información a los televidentes sobre el proceso de transición a la TDT. Esto hace mucha falta, ya que en general hay un enorme desconocimiento de las audiencias sobre este cambio tecnológico y sus implicaciones.
Vamos a ver en qué termina esta consulta, pero como van las cosas, parece que nos acercamos a un posible aplazamiento del apagón analógico ante la complejidad de dotar de equipos digitales a más de 13 millones de hogares y ante el rezago tecnológico de las televisoras públicas para digitalizarse (de 162 canales digitales en operación, menos de 30 corresponden a la televisión pública, de acuerdo con cifras del IFT hasta mayo de 2014). De ser así, los que sí podrían ser perjudicados es el o los ganadores de la licitación de las dos cadenas de televisión, ya que sus transmisiones serán sólo con tecnología digital, por lo que los hogares que no cuenten con televisores digitales, decodificadores o televisión de paga, no podrán sintonizar los canales de los nuevos competidores de la televisión abierta.
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